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LECCIONES DE LA EXPULSIÓN DE REBECCA SPRÖßER

Por: Eduardo Gutiérrez Arias 

 

Licenciado en Lingüística y Literatura de la Universidad Surcolombiana, especialista en Gerencia Social de la Escuela Superior de Administración Pública, exdirector de Educación de la Fundación para el Desarrollo Cooperativo (FUNDECOOP), exdirector de la Asociación de Cooperativas del  Huila (ASOCOPH). También fue Secretario de Agricultura del Huila entre enero/2004 y septiembre/2006.

Diputado del Huila por el Frente Democrático el los años 1984 - 1985 y Diputado por la UP en 1986 - 1987.

 

Concejal el Tello, Rivera y Neiva. 

 

La joven alemana Rebecca Linda Sprößer fue expulsada del país por "Inmigración Colombia" el pasado miércoles 28 de julio después de ser detenida a dos cuadras del sitio a donde había ido a rendir una declaración judicial sobre el asesinato de su amigo Joan Sebastián Bonilla Bermúdez, integrante de la Primera Línea del Paro Nacional en Cali, hecho ocurrido el día jueves 22 de julio en horas de la noche en el parque Los Caleños del barrio Las Ceibas, lugar al que se citaron para hablar sobre la protesta en curso, dado que Bonilla y Sprößerse habían retirado de Puerto Resistencia unos días antes por las constantes amenazas contra sus vidas. Mientras hablaban esa noche, llegó un sujeto armado que comenzó a disparar contra ellos. Rebecca cuenta que Sebastián se interpuso entre el sicario y ella, recibiendo él 13 tiros y salvándole la vida. Mal herido lo llevaron hasta una clínica donde murió 6 días después.

Rebecca había llegado a Cali en los primeros días de marzo para aprender a bailar salsa, danza moderna de la que se enamoró desde que recibió unas clases en su ciudad natal, Frankfurt. Estuvo en las primeras manifestaciones y terminó solidarizándose con los propósitos del movimiento y denunciando a través de la redes sociales dos asesinatos que pudo presenciar personalmente cometidos por la policía contra marchantes pacíficos como fueron los casos del indígena Inga Sebastián Jacanamijoy Jansasoy el día 28 de abril y el de Darío Rodríguez el día 19 de junio, que ella dio a conocer en su muro de Facebook. Esto la puso en la mira del Estado neonazi que domina en Colombia y fue la causa de su expulsión. El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, quien podrá ser acusado de algunos excesos, menos de ser comunista, dijo que esta decisión oficial es un hecho que “contradice estándares internacionales”.

A quienes la acusan de indebida injerencia en los asuntos internos del país y en donde por poco pudo convertirse en una mártir de la causa popular colombiana, les debemos recordar que hay un derecho internacional humanitario que rige para todas las naciones signatarias de la ONU como Colombia, que le permite a los ciudadanos del mundo para pronunciarse contra las violaciones frente a los sagrados principios allí consignados en cualquier parte del globo. Eso fue lo que hizo Rebecca Sprober. Los alemanes que vivieron el terror del nazismo impuesto por una casta militar ignorantona dirigida por funestos personajes como Adolfo Hitler y Heinrich Himmler, cuyo régimen dejo como terrible herencia 40 millones de muertos en la II Guerra Mundial, de ellos 8 millones de Alemanes, un país dividido y algunos de sus mejores pensadores populares como Carlos Marx, Federico Engels, Carlos Liebknecht,  Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, proscritos por un largo periodo, reconocen fácilmente el contagio neonazi en cualquier país del planeta y seguramente si su sensibilidad humana y democrática es alta, no dudarán en denunciar públicamente cualquier violación al derecho internacional humanitario como lo hizo Rebecca Sprober. No me cabe ninguna duda que por sus venas corre la herencia de los mejores humanistas del pueblo alemán.

Linda se enteró de la muerte de su amigo Joan Sebastián Bonilla momentos antes de despegar el vuelo que la conduciría deportada en la ruta Cali/Bogotá/Frankfurt y su dolor fue tan intenso que quiso bajarse del avión para ir a compartir su tristeza con la familia del occiso y con los compañeros que conoció en Puerto Resistencia. No se lo permitieron y dio rienda suelta a las lágrimas, los gritos de amargura y la denuncia del crimen, ante unos pasajeros, la mayoría paisanos alemanes que escuchaban y miraban sorprendidos su terrible relato. Todo esto lo cuenta ella misma en  una carta que le envió a sus amigos caleños a través de las redes sociales. Agradece a sus paisanos que en el desembarco en Frankfurt, se le hubieran acercado para expresarle su solidaridad, cuando ella creía que podían estar molestos.

El senador Gustavo Bolívar, quien de muchas maneras ha expresado su apoyo tanto al Paro Nacional como a las concentraciones de resistencia de los jóvenes huelguistas en diversas ciudades del país y especialmente en Puerto Resistencia en Cali, le hizo una entrevista virtual a Linda Rebecca, en la que ella dio nuevos detalles de cuanto le había sucedido en Cali. A pesar de haber conocido previamente otros países latinoamericanos como México y Argentina, la cautivó especialmente el calor humano de la gente caleña. También la sorprendió como a pesar del carácter pacífico de la inmensa mayoría de las movilizaciones, hubiera una respuesta tan violenta de parte de la fuerza pública contra ellas. Expresó que nunca había participado en política, por eso no entendió cuando supo que las autoridades la estaban señalando de terrorista y subversiva. Sobre el atentado criminal en el que su amigo Joan Sebastián la protegió tan incondicionalmente, dice que es muy extraño que tratándose de un sitio público central, por tanto vigilado a través de cámaras de seguridad, ellas no hayan aparecido después del hecho para mostrar el rostro del asesino.

En un comentario posterior a la entrevista de Bolívar, el candidato presidencial Gustavo Petro, comentó que era muy sospechosa la expulsión del país de la alemana cuando había sido testigo de tres asesinatos y que cuanto debió hacer el gobierno fue hacer valer su condición de testigo protegida, si es que de verdad se querían esclarecer los crímenes que ella presenció. Dijo que en caso de ser electo presidente, invitaría de nuevo a Colombia a Rebecca Linda Sprößer para que concluyera la misión que la había traído y pudiera conocernos mejor.